martes, 1 de agosto de 2006

Devoluciones de iva o Mision imposible IV?

A pesar de la tan aclamada y publicitada reforma de hacienda y de las mejores intenciones de personas que trabajan ahi, realmente no veo gran avance en los tiempos de las devoluciones, el SAT ha trabajado en reducir los tiempos que tiene que esperar un contribuyente para recibir su dinero de regreso, y eso suena genial, pero a la vez, el SAT le ha dado por revisar y pedir documentacion comprobatoria a la gran mayoria de las solicitudes de devolucion, en mi caso puedo decir que han pedido documentacion de todas las solicitudes que hemos presentado en los ultimos 3 meses.

Luego entonces, el plazo oficial es menor, 40 dias para las normales y 25 para los dictaminados (V parr art. 22 CFF) y en ese mismo parrafo se faculta a la autoridad para realizar los requeriminetos de obligaciones que considere necesarios, lo cual me parece de lo mas sano, sin embargo cuando la autoridad abusa de esta facultad es cuando pierde su encanto, ya que en ultimas fechas han requerido a todos los contribuyentes e incluso ya ni siquiera se toman la molestia de estudiar la devolucion y pedir informacion de ciertos proveedores, los ultimos requerimientos fueron en fotocopias de un machote pidiendo exactamente lo mismo, con toda la formalidad necesaria para una correcta notificacion, pero son simples copias, el requerimiento nisiquiera trae el nombre del cliente.

Es aca cuando el contribuyente se siente burlado, ya que estos requerimientos interrumplen el computo del plazo de 40 dias habiles, y el plazo real termina siendo mucho mas largo que lo estimado.

Ademas dejenme decir que tambien a los dictaminados les requieren informacion, la declaratoria pierde toda validez ante los ojos de la autoridad, lo cual resulta molesto para el cliente que pago por un dictamen de eeff e indignante para el c.p.r. que realizo todo el trabajo de auditoria y que se ha mantenido actualizado para no perder la certificacion ante el SAT y al final lo requieren y revisan como a cualquier otro contribuyente, haciendo que la albor del auditor pierda el poco atractivo que le quedaba ante los ojos del empresario.

Nos vemos en la encrucijada de pelear para que se respete la opinion del auditor o responder al SAt como lo solicita, y dejando el orgullo de lado, es mas sano darle al SAT lo que pide ya que el unico perjuicio es en tiempo, de otra manera cualquier otro miedo que se utilice va a ser mas tardado e incluso mas costoso.

El SAT le apuesta al echo de que es mas sano, rapido y barato darles lo que piden que ponernos a pelear contra ellos.